Podremos evangelizar a muchos, pero sólo discipular a unos pocos.
Nuestro Señor habló a multitudes, pero invirtió su vida solamente en 12.
¿Cómo saber en quién invertir nuestra vida? ¿De qué manera encontrar a la persona indicada? Nuestro desafío no es tanto hacer discípulos, si no más bien que se establezcan en la fe convirtiéndose en obreros.
En esta enseñanza aprenderemos sobre:
- La importancia de la oración en el proceso de evangelización.
- ¿Por qué es necesario generar amistades profundas con personas incorversas?
- ¿Son efectivos los tratados para evangelizar a las personas?
- ¿Qué decir y qué no decir al momento de evangelizar?
¿Tienes amigos no cristianos? ¿Oras por ellos? ¿Cómo perciben ellos tu fe?
¿De qué manera puedes amarlos? ¿Utilizas algún «método» para evangelizar?
¿Qué dificultades encuentras para que las personas echen raíces en la fe?
Recuerda que tu forma de vivir, puede ser el primer evangelio que las personas lean.
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